No es pionera en dar formación a l@s trabajador@s, ni en materia de salud laboral, ni en cumplir el convenio (varias denuncias ante Inspección y el juzgado nos han dado la razón), Povisa es pionera en aplicar el artículo de la ultractividad recogido en la última reforma laboral, y eso que es una empresa que ha tenido 1 millón de euros de beneficios y ya han estimado que este año van a tener 2,5 millones de beneficios.
Lo de ayer fue la crónica de una muerte anunciada, una elongación de las infructíferas y cansinas reuniones de la negociación del convenio previas a la mediación, en resumen, un fracaso. Por varios motivos:
a) No hubo casi negociación. Salvo en contadas excepciones, todo se resume en un cruce de acusaciones, declaraciones y opiniones sobre cada postura, lo mismo que ya se había hecho en las 22 reuniones previas. No favoreció nada la actitud, (y por que no decirlo la aptitud de los representantes de la empresa) que en vez de tener las tablas necesarias para llevar a cabo una negociación tranquila ponían más calor a una situación caliente y tensa con la parte social debido a la situación conflictiva generada en el hospital en los últimos años (despidos, reducciones de jornada, cambios de turno, etc..).
b) Las posturas eran totalmente insalvables, existía un abismo la diferencia entre una postura y otra. En eso también fue pionera la dirección, la mayoría (por no decir la totalidad) de los convenios que se negocian o negociaron, se basaron en la modificación o negociación de unos puntos, aquí la empresa pretendía la modificación total de nuestro convenio. La empresa no quiso en ningún momento dejar la mayoría de los puntos del convenio como estaban y negociar los más fundamentales.
c) La propuesta de la empresa nunca fue clara. La de la parte social sí, dejar nuestro convenio como está y que las reducciones de jornada impuestas volvieran a las 40 horas de forma gradual. La empresa nunca dejó claro que era lo que quería, en la última reunión dejó caer algo pero sin dejar de ser claro. Si hubieran sido claros y concisos desde el primer día, las reuniones seguro que hubiesen sido más efectivas aunque al final no se llegara a un acuerdo.
d) La empresa pretendía conseguir en convenio lo que perdió en los tribunales y, en algunos puntos, ir más allá de la reforma laboral como la movilidad funcional o los grupos profesionales.
e) La empresa no quería que el personal al que le redujo la jornada volviera a las 40 horas, lo dejó bien claro en la reunión de ayer, y así como en otras cuestiones dijo que las estudiaría en este punto fue clara, y es un punto en el que la parte social no estaba dispuesta a ceder.
f) La decisión de la empresa de imponer el convenio provincial y anunciárselo a l@s trabajador@s por carta, fue una losa y un gravísimo error y lastró la negociación.
g) Si, como aseguró la empresa en varias de las reuniones de mediación, querían tener convenio propio y mantener la paz social, se han desviado bastante de sus previsones. Han conseguido justo lo contrario. No vamos a decir lo que supone para la parte social pasar al convenio provincial porque es obvio, pero entendemos que es un error empresarial de bulto y para la empresa también va a tener consecuencias.
Como nos pidió el asesor de la empresa en una de las reuniones a la parte social : "os pido que os pongáis en el lugar del empresario". Vamos a hacer ese ejercicio de empatía: soy un empresario que teniendo beneficios de 1 millón de euros y previsión de beneficios de 2,5 millones para este año decido rebajarle el sueldo a mis empleados un 40% para ganar más, soy un empresario que firmando un acuerdo (que nadie me obligó a firmar) como es un convenio, que es un pacto, me lo paso por el forro, soy un empresario que incumpliendo el convenio y diciéndome la justicia que lo tengo que cumplir, me paso por el forro lo que dice la justicia, soy un empresario que avisándome mis trabajador@s, que son profesionales que están con l@s pacientes las 24 horas, que las reducciones de jornada conllevan una merma clara de la calidad asistencial me lo paso por el forro y las impongo y encima con amenazas de despido, soy un empresario que fardando de premios soy denunciado por l@s trabajador@s ante la Comisión Tripartita por la deficiente formación que se da en el hospital, soy un empresario que pudiendo reubicar a l@s trabajador@s de archivo los despido... Pues no, no nos podemos poner en el lugar de este "empresario".
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